Construyeron
una mesada y un armario de hierro para el almacenamiento de la verdura. Miden,
cortan, sueldan y a medida que la obra avanza también avanza la esperanza de
construir proyectos de vida, esos que tanta falta hacen en nuestra
ciudad.
La
integración a través del trabajo es la herramienta indispensable para curar las
heridas de Bariloche, con el paradigma de la represión y la vigilancia solo se
separa más, solo se violenta más. Debemos comprometernos como comunidad para
crear las condiciones necesarias para que todos los ciudadanos de nuestra ciudad
encuentren un espacio para desarrollar sus vidas en forma digna.
Los jóvenes
de los barrios más carenciados son las principales víctimas de la estructura de
desigualdad, porque a la vez que un sector de la población los construye como
“un peligro” a combatir, la dinámica económica, la falta de oportunidades, la
educación no del todo inclusiva, las familias desintegradas por problemas
económicos, el narcotráfico, y tantas otras realidades, los van dejando en la
zona de peligro.
Los pibes del
Talleres San José Obrero demuestran todos los días, con su esfuerzo, que se
puede soñar en una ciudad integrada, solo hace falta trabajar en serio para
crear espacios de capacitación y práctica laboral, dejar de lado mezquindades,
burocracias, y egoísmos, e invertir en serio el esfuerzo en nuestra juventud,
ellos saben aprovechar las oportunidades, solo debemos dárselas.
Equipo del
Taller San José Obrero
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